viernes, 9 de mayo de 2014

De la fiesta a la bronca (56-70)

(foto: ACB Fotoclick)

El Obradoiro no pudo conseguir el triunfo en Sar ante un Cajasol que en un último cuarto loco superó a un equipo local que terminó desquiciado en los minutos finales con la eliminación de Corbacho y la descalificación de Moncho Fernández en medio de la bronca generalizada. El Obra se sobrepuso a un mal primer cuarto y llegó a tener ventajas de hasta 8 puntos al comienzo del tercer cuarto, pero la reacción visitante volteó el partido y en los últimos 9 minutos se apuntó un parcial de 12-25 que sentenció el choque. Con los puestos de descenso adjudicados matemáticamente a Valladolid y Manresa, el Obradoiro continúa incrustado en el amplio grupo de equipos con 11 triunfos que ocupan casi toda la zona media-baja de la clasificación.

Con la permanencia certificada y una mezcla de tranquilidad y cierta bajada de ánimos en la afición por el 1-9 acumulado en los últimos meses, el Obradoiro recibía en un Sar más vacío que de costumbre a un Cajasol en plena pelea por seguir subiendo peldaños en los últimos puestos de acceso a los playoffs. Aíto García Reneses ponía en liza de inicio a Satoransky, Bamforth, Mata, Landry y Balvin, mientras el Obradoiro salía con Luz, Corbacho, Pumprla, Delas y Berzins. El partido comenzaba lleno de errores por ambos bandos, aunque un buen contraataque lanzado por Corbacho y culminado por Pumprla daba las primeras ventajas a los locales (4-0). Sin embargo, la respuesta andaluza era contundente, con Satoransky y Mata posteando a sus pares para aprovechar su superioridad física y con el ataque del Obradoiro perdido entre los errores en el lanzamiento exterior y en los intentos de un fallón Delas bajo el aro. El triple de Bamforth culminaba un duro y rápido 0-9 que solo paraba Pumprla con una penetración. El Cajasol seguía colapasando el ya de por sí endeble ataque local y las distancias seguían creciendo, ya que también el rebote era de los visitantes, y solo la garra de Pumprla, con otra gran penetración, salvaba los muebles en estos minutos. Un robo de Bamforth permitía el mate en contraataque de Satoransky para una máxima de +7 para los suyos que obligaba al tiempo muerto del Obra (8-15). El Cajasol parecía más cómodo en medio del correcalles lleno de fallos en que se convertía el partido, y tampoco el cambio de base hacía mejorar el desastroso ataque obradoirista. Con el rival mucho más duro e intenso en la cancha, Hernangómez anotaba tras otra rápida transición y Urtasun con otro contraataque más tras robarle el balón a Corbacho (8-19). Al menos un triple del recién incorporado Dewar permitía cerrar el cuarto con solo 8 puntos de desventaja para el Obra (11-19).

El partido seguía siendo un recital de bajos porcentajes de tiro al inicio del segundo cuarto, con el Obra incapaz en ataque y los jóvenes del Cajasol corriendo mucho pero sin acierto. Otro rebote ofensivo más del Cajasol permitía que Urtasun clavara el triple en la segunda opción (13-22). El Obra no tiraba, no reboteaba y al menos peleaba por mantenerse con vida ante los intensos pero alocados jugadores rivales. El veterano Guillén y de nuevo Dewar con su segundo triple devolvían la ilusión a la grada tras minutos de sequía, con Cajasol atascado completamente en ataque. Guillén ponía a funcionar la maquinaria obradoirista y entre él y el eléctrico Scott conseguían igualar el partido e insuflar ánimo a la grada (24-24). Landry salía al rescate de los suyos con 5 puntos seguidos, pero el Obra defendía mejor y Peterson anotaba 2 canastas seguidas en medio del sube y baja carente de acierto en que seguía instalado el partido. Con Guillén al mando de la situación, otra asistencia del canario era aprovechada de nuevo por Peterson y Scott ponía al Obra por delante tras otra buena defensa y un pase de Dewar justo antes del descanso (32-31).

El Obradoiro salía muy enchufado en el comienzo del tercer cuarto, con Pumprla anotando y asistiendo a Delas. El equipo defendía con fuerza e intensidad y el Cajasol se comía los ataques sin conseguir anotar, pero en el otro lado de la cancha la situación también era similar, como ejemplificaba los tapones de Mata a la penetración de Pumprla y de Hernangómez a Delas. El chispazo de la asistencia de Pumprla para el mate en carrera de Berzins le daba una ventaja al Obra de 8 puntos tras un parcial acumulado de 13-0 ante un Cajasol que llevaba más de 5 minutos sin anotar (39-31). El desafortunado Corbacho erraba el triple del +11 y el Obra volvía a entrar en barrena en ataque, lo que permitía a los sevillanos comenzar a agarrarse al partido a pesar de su casi nulo acierto anotador. Con un par de libres de Burjanadze y un par de destellos de Porzingis primero, y de nuevo por medio del letón y el georgiano, el Cajasol le endosaba un parcial de 1-10 a un Obra atascado en un partido que claramente se jugaba bajo mínimos de calidad. La magia de Guillén también se había secado, y la aislada canasta del Dewar tras un robo en medio del, otra vez, correcalles en que se volvía a convertir el partido no era suficiente para mantener al Obra por delante al final del tercer cuarto, tras los 2 libres anotados por Burjanadze (42-43).

El cuarto cuarto comenzaba con una de las canastas más brutales que se han visto en años en Sar, un enorme alleyoop de Satoransky para un Porzingis que volaba desde muy lejos y muy arriba y obligaba a la grada a aplaudir con admiración. A pesar de ello, poco o nada cambiaba en el juego: mucha intensidad y muchas ganas, carreras hacia uno y otro lado de la cancha y desacierto generalizado en el tiro. Bajo tales circunstancias era el Cajasol el que podía sacar mayor partido, y era de nuevo el letón Porzingis quien se hacía amo del partido apareciendo por todas partes, en ataque y en defensa. Con el ataque del Obra anulado una vez más, las canastas de Porzingis eran remachadas con un triple de Bamforth para darle a los suyos 8 puntos de ventaja (44-52). Los nuestros lo intentaban pero a pesar de otra canasta aislada de Dewar el ataque seguía sin recursos, con Bamforth defendiendo a Corbacho al límite, y el triple del enorme Porzingis y la canasta de Satoransky dejaban el partido a punto de sentencia (46-57). Corbacho lo intentaba pero no podía, cada vez más desquiciado, aunque por fin rompía su mala racha con un triple que daba una pizca de ilusión al Obra. Delas aparecía para aumentar la esperanza con una canasta bajo el aro y el Obra peleaba por su suerte con más voluntad que acierto. Un triple, un rebote y 2 libres de Berzins hacían creer en la remontada, con el equipo a solo 5 puntos (56-61). El Obra defendía a mierte con éxito y recuperaba el rebote, pero Delas se dejaba quitar el balón de las manos y Corbacho se eliminaba del partido con una falta y una técnica en medio de las protestas de la grada. Franch y Bamforth regalaban los tiros libres pero una nueva canasta tras un complicado reverso del escolta norteamericano provocaba la traca final de protestas y técnicas, con Moncho Fernández expulsado y Sar atronando contra los árbitros. Bamforth anotaba los 2 libres y sentenciaba el partido con 10 puntos de diferencia falta de menos de 2 minutos. Satoransky cerraba el partido con un triple y la afición depedía al Obra con un aplauso merecido, si no por la calidad del juego sí por la pelea y el esfuerzo desarrollado.

Datos a destacar

  • el correcalles del Cajasol es muy contagioso. Jugadores jóvenes y rápidos, transiciones y juego abierto, mas defensas agresivas y presionantes. Si el rival sabe abstraerse de ese ritmo muchas veces alocado puede superar a lo sevillanos, pero en casi contrario tiene más a perder que a ganar. El Obra no está como tirar cohetes y le faltó calidad y acierto para imponerse a los voluntariosos jugadores visitantes
  • el equipo empezó fatal, pero al menos peleó atrás y supo meterse en el partido a base de voluntad. Sin embargo, la falta de anotación, sin recursos dentro ni fuera, impidió que el partido se rompiera (ese no-triple de Corbacho para el +11) y la irrupción de un Porzingis inspirado y dominador destrozó a los nuestros en el último cuarto
  • el equipo lo intentó en los últimos minutos a base de esfuerzo defensivo, pero se perdió en protestas arbitrales que quizás parecieran más justificadas en el calor de la cancha que en la fría realidad de las imágenes televisadas. La presión del público puede ser a veces negativa, y en esta ocasión tanta bronca descentró a los nuestros en vez de ayudarlos
  • 47-83 en valoración. El Obra tuvo opciones porque se aferró a la cancha a pesar de su nefasto partido en ataque, pero fue inferior dentro (enormes problemas para cerrar el rebote), careció de tiro exterior (más o menos lo mismo que el rival) y perdió casi 20 balones, muchos de ellos culminados con canastas fáciles en contra. Cajasol provoca muchas veces esto en sus rivales, eso también hay que reconocerlo
  • KASPARS BERZINS: buenos números del letón, quizás mejores que el nivel real de su actuación. Tuvo problemas con los interiores rivales, aunque apareció con acierto en ataque en algún momento. El +8 del tercer cuarto llegó gracias a sus mejores minutos en cancha. 10+6, con 6 faltas provocadas, para 15 de valoración
  • RAFA LUZ: superado por Satoransky, no pudo llevar el ritmo de juego en ningún momento y sufrió en defensa ante un par con el físico del base checo. Le puso todas las ganas del mundo, pero no encontró su sitio casi en ningún momento aparte del intento de remontada del final, donde sí lideró los mejores momentos defensivos del equipo. 1+4+2, con 4 pérdidas, para -1 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: en la línea descendente de las últimas jornadas, el mallorquín hizo su peor partido de la temporada. Sufrió el habitual marcaje duro, pero a estas alturas de curso el alero obradoirista ya no tiene la mente fría de hace unos meses y lo demostró con su autoexpulsión de los últimos minutos. Necesita hacer un reseteo mental urgentemente. 3+1+2+2, con 4 pérdidas, para -6 de valoración
  • PAVEL PUMPRLA: trabajador, incisivo en ataque y ayudando siempre al equipo. Se fajó en la defensa de sus pares y los de los demás y fue de nuevo el mejor exponente de lo que debe ser el equipo. 8+3+3 para 4 de valoración
  • MARIO DELAS: otro partido deprimente del croata, sin aparecer apenas en ataque y con problemas en defensa ante rivales más fuertes y más rápidos. La temporada se va acabando sin ver más que aislados destellos (cada vez más esporádicos) de un jugador que no hace tantos años era de los mejores de Europa de su edad. 4+7 para 3 de valoración
  • BEN DEWAR: de lo más salvable del equipo. Acertó con un par de triples y apareció en ataque en los momentos más espesos del equipo (que fueron numerosos). En defensa estuvo cumplidor y mantuvo el tipo. Su 5 de 6 en tiros en un partido de acierto tan raquítico por ambos bandos es doblemente meritorio. 12+1+1 para 12 de valoración
  • RICHI GUILLÉN: salvó al equipo en el segundo cuarto, manteniendo la (mínima) progresión anotadora del Obra en medio del desastre generalizado. En defensa no se le puede pedir que dé lo que no puede dar, evidentemente. Tras el descanso ya no encontró su sitio y su presencia no aportó nada. 4+0+3 para 4 de valoración
  • TRAVIS PETERSON: unos momentos de acierto en ataque al final del segundo cuarto y poco más. Sufrió en defensa ante la superior intensidad de sus rivales. Mejor en números que en realidades, nuevamente. 6+7 para 8 de valoración
  • DURAND SCOTT: intensidad y alocamiento, según sea el momento. Lo intentó en ataque cuando casi no había quien anotara y cumplió en defensa con buen nivel de energía y bastante menor de fundamentos defensivos. 8+0+1 para 6 de valoración
  • VASSILIS XANTHOPOULOS: yendo a menos a cada partido que pasa. El griego apenas estuvo en cancha 8 minutos en los que no hizo nada positivo reseñable. 0+1+2, con 2 pérdidas, para 0 de valoración
El Obradoiro sigue su inexorable cuesta abajo en la que lleva instalado desde hace varias semanas. Esta temporada va a ser desgraciadamente más recordada por su final que por sus 2 meritorios primeros tercios. Pero claro, estamos hablando de equipos distintos. Hablar de Muscala y Oriol a estas alturas puede sonar a pesado, pero las circunstancias se sucedieron de una manera determinada y al menos hay que valorar una permanencia que en otras condiciones habría sido celebrada con una gran fiesta. El querer y no poder contagia a la grada, y a su vez la ansiedad de la grada hizo dirigir la atención al trío arbitral por parte de jugadores y cuerpo técnico, en una espiral que siempre resulta negativa. El 1-10 que acumula el equipo hace pensar en que lo mejor es que la temporada se acabe de una vez, pero quedan por delante 3 partidos más en los que intentar terminar el trabajo con un sabor de boca algo menos agrio que el actual. Los jugadores y el cuerpo técnico se lo merecen después del buen trabajo de tantos meses.


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